Mientras tanto, las noticias sobre la partida de Seyran y Kazim de la mansión Korhan se difundieron rápidamente. Muchas personas sintieron lástima por Seyran, pero no faltaron quienes la criticaron. Decían que era demasiado ingenua y fácil de engañar. Seyran no prestó atención a los comentarios de los demás. Se concentró en construir una nueva vida para ella y su padre. Aprendió a ser independiente, confiada y más fuerte. También asistió a cursos para mejorar sus conocimientos y habilidades.
Un tiempo después, Seyran se encontró con Ferit en una fiesta. Ferit aún la amaba y se arrepentía de lo que había hecho. Quería regresar con ella, pero Seyran había cambiado mucho. Ya no era la chica ingenua de antes. Había madurado y comprendía mejor el amor y la vida. Seyran rechazó la propuesta de Ferit. Le dijo que había encontrado su felicidad y que no quería regresar al pasado. Ferit sufrió, pero tuvo que aceptar la realidad.
Seyran y Kazim continuaron viviendo su vida sencilla. Habían superado las dificultades y construido una pequeña familia feliz. Seyran sabía que la vida aún tenía muchos desafíos por delante, pero ya no tenía miedo. Estaba lista para enfrentarlos y convertirlos en oportunidades para crecer. Mientras tanto, Halis se sentía cada vez más solo y arrepentido. Se dio cuenta de que había perdido todo lo que más valoraba. Intentó contactar a Seyran y Kazim, pero ellos habían cambiado de número de teléfono y no querían volver a verlo.