Ha pasado un año desde que Ferit se fue. Pelin vive en un pequeño apartamento, sola y triste. Todavía conserva el hábito de mirar la foto de los dos cada noche antes de dormir. Cada vez que lo hacía, la nostalgia la envolvía, haciendo que su corazón doliera. Justo en el primer aniversario de la partida de Ferit, llegó una carta desde Nueva York. Pelin la abrió temblorosa y comenzó a leer. En la carta, Ferit hablaba de su nueva vida. Hablaba de su trabajo, de nuevos amigos, pero el tono de la carta estaba lleno de tristeza. Admitía que, aunque había intentado comenzar de nuevo, la imagen de Pelin siempre estaba presente en su mente. “Pensé que alejarme haría todo más fácil. Pero resultó que solo llevé mi dolor a otro lugar,” escribió Ferit.
Pelin no pudo evitar llorar al leer esto. No sabía que Ferit estaba tan dolido. El amor que sentía por él seguía allí, pero el dolor que él le había causado nunca se había ido. Sabía que, para superar esta etapa, ambos necesitaban enfrentar el pasado y encontrar la manera de sanar sus corazones rotos. Después de varios días de reflexión, Pelin decidió escribir una carta en respuesta. En la carta, escribió: “Ferit, he aprendido a vivir sin ti, pero eso no significa que te haya olvidado. Si realmente quieres arreglar las cosas, vuelve y enfrenta todo. Yo seguiré aquí, pero no para esperar, sino para vivir mi propia vida.”
Cuando Ferit recibió la carta de Pelin, sintió que se le quitaba un gran peso de encima. Comprendió que había cometido un error al irse. Se dio cuenta de que su amor por Pelin era real y no podía vivir sin ella. Sin dudarlo, Ferit compró un billete de avión para regresar. Cuando bajó del avión, vio a Pelin allí, y sus miradas se encontraron, y en ese momento, entendieron que su amor aún estaba vivo, solo necesitaban esforzarse juntos. Cuando llegaron al apartamento de Pelin, tuvieron una larga conversación. Juntos miraron el pasado, enfrentaron sus errores, y decidieron empezar de nuevo, construyendo un futuro juntos.