Seyran entró en la tienda, sus ojos brillando como los de un niño viendo la nieve por primera vez. Las esferas decorativas brillaban, las luces parpadeaban, y los pequeños adornos llenaban el ambiente navideño. Todo era nuevo para ella. Durante su infancia, la Navidad solo fue un sueño lejano, oscurecido por las estrictas reglas familiares. Pero ahora, estaba viviendo ese sueño.
Ferit estaba detrás, observando en silencio. La mirada de Seyran era como una luz que disipaba las sombras en su corazón. La canción “Senden Yoksun” sonaba suavemente en el aire cálido. “Quédate conmigo como si hoy fuera el final. Todavía siento que te extraño.” Esas palabras reflejaban los sentimientos de Ferit: aunque estaba cerca de Seyran, sentía una distancia vaga entre ellos. Sabía que las viejas heridas seguían presentes en los corazones de ambos.
Seyran levantó una bola plateada, se dio la vuelta y sonrió a Ferit, sus ojos brillaban de emoción. En ese momento, Ferit tomó una decisión: no dejaría que el pasado los detuviera más. Si Seyran podía revivir su primer sueño navideño, él también podría cruzar cualquier barrera para alcanzar su corazón.