Seyran salió de la lujosa mansión, con el corazón hecho pedazos. El viento frío de la noche golpeaba su rostro, trayendo consigo el sabor salado de las lágrimas. Había intentado con todas sus fuerzas mantener esa relación, pero todos sus esfuerzos se volvieron inútiles. Ferit, el hombre que amaba profundamente, había traicionado su confianza. Los recuerdos invadieron la mente de Seyran. El momento en que se conocieron por primera vez, las dulces promesas, las sonrisas felices… Todo eso ahora solo era un pasado lejano. Ella había creído que su amor era lo suficientemente fuerte para superar cualquier tormenta, pero resultó que estaba equivocada.
Seyran se dirigió a una pequeña casa en las afueras, un lugar donde podía encontrar paz. Comenzó a centrarse en el trabajo, tratando de olvidar el dolor del pasado. Pero, por mucho que lo intentara, la imagen de Ferit seguía acechándola. Mientras tanto, Ferit vivía con arrepentimiento y angustia. Se dio cuenta de que había perdido lo más valioso en su vida. Fue en busca de Seyran, pero ella había cambiado su número de teléfono y no quería verlo. Con el tiempo, las heridas del corazón de Seyran comenzaron a sanar. Se volvió más fuerte, más independiente. Empezó a reconstruir su vida, encontrando alegría en su trabajo y en nuevas relaciones. Un día, Seyran se cruzó con Ferit en una exposición de arte. Se miraron, y el corazón de Seyran se apretó. Ferit se dio cuenta de que aún la amaba profundamente. Quería disculparse con ella una vez más y esperaba poder ser perdonado.
Seyran escuchó a Ferit, pero seguía siendo muy cautelosa. Temía ser herida de nuevo. Sin embargo, al mirar los ojos sinceros de Ferit, sintió una chispa de esperanza. Después de muchas noches de insomnio, Seyran decidió darle a Ferit una oportunidad. Aceptó volver a verlo, pero con una condición: debía demostrar que había cambiado y que nunca volvería a lastimarla. Ferit prometió hacer todo lo posible para recuperar el corazón de Seyran. Cambió su manera de ser, convirtiéndose en un hombre mejor. Siempre estuvo al lado de Seyran, compartiendo con ella tanto las alegrías como las penas. Finalmente, Seyran y Ferit decidieron regresar el uno al otro. Organizaron una boda íntima, solo con sus seres más cercanos presentes. Prometieron construir juntos una familia feliz.