Ferit se paseaba por la tienda, cada rincón despertando en él un eco de los momentos compartidos con Pelin. Los recuerdos lo inundaban, dulces y agridulces a la vez. Sin darse cuenta, sus ojos se perdieron en el pasado, reviviendo cada sonrisa, cada abrazo, cada promesa. En ese instante, Seyran lo observaba desde lejos. Sus ojos, antes llenos de amor, ahora reflejaban una mezcla de tristeza y rabia. La imagen de Ferit sumido en sus recuerdos la hería profundamente. Se sentía traicionada, ignorada. Decidida a poner fin a su incertidumbre, Seyran se acercó a ellos. La presencia de Seyran sacudió a Ferit de su ensimismamiento. Al ver la expresión de dolor en los ojos de su esposa, sintió un nudo en el estómago. Sin poder evitarlo, Ferit se vio envuelto en una conversación tensa con Pelin. Las palabras fluían entre ellos, cargadas de emociones reprimidas. Seyran, incapaz de soportar más, se dio la vuelta y se alejó sin decir una palabra.
Ferit quedó paralizado, observando cómo la figura de Seyran se desvanecía en la distancia. Se sentía atrapado entre el pasado y el presente, entre Pelin y Seyran. Por un lado, sentía una conexión profunda con Pelin, una conexión que parecía indestructible. Por otro lado, amaba a Seyran y no quería perderla. En ese momento, Ferit se preguntó si todavía existía una posibilidad de reconquistar a Pelin. ¿Podría revivir el amor que una vez compartieron? Pero al mismo tiempo, se dio cuenta de que sus acciones habían herido profundamente a Seyran. Su relación con ella pendía de un hilo, y cualquier movimiento en falso podría romperla por completo.
La incertidumbre lo consumía. ¿Qué camino elegiría? ¿Intentaría reconstruir su relación con Pelin, arriesgándose a perder a Seyran para siempre? ¿O se concentraría en salvar su matrimonio, dejando atrás el pasado? Ferit sabía que tenía que tomar una decisión difícil, una decisión que marcaría el resto de su vida. Mientras caminaba por las calles solitarias, Ferit reflexionaba sobre sus errores y sus opciones. Sabía que tenía que ser honesto consigo mismo y con las personas que amaba. Tenía que tomar una decisión difícil, pero también tenía que ser una decisión valiente. Al final, Ferit decidió que lo más importante era su matrimonio con Seyran. Se dio cuenta de que Pelin era parte de su pasado, mientras que Seyran era su presente y su futuro. Decidió luchar por su matrimonio y recuperar la confianza de Seyran. Con el corazón lleno de determinación, Ferit regresó a casa. Sabía que el camino por delante sería largo y difícil, pero estaba dispuesto a hacer todo lo posible para reconquistar a Seyran.