La puerta de la mansión Korhan se cerró de golpe, llevándose consigo el corazón roto de Seyran. Caminó junto a Kazim, el padre que alguna vez admiró, pero cuya imagen ahora se había desvanecido. Kazim, con su apariencia firme, trataba de mostrarse fuerte, pero en sus ojos Seyran veía arrepentimiento y dolor. Seyran sabía que abandonar la mansión Korhan no solo significaba dejar una casa, sino también liberarse de las ataduras, las expectativas y las heridas que había soportado durante tanto tiempo. Sabía que la vida que tenía por delante no sería fácil, pero estaba lista para enfrentar todos los desafíos.
Halis, al presenciar la partida de Seyran y Kazim, sintió un vacío en su corazón. Se dio cuenta de que había perdido a las personas que más amaba. Sin embargo, su orgullo y su dignidad no le permitían admitir sus errores. Continuó viviendo en la mansión Korhan, pero ya no encontraba la felicidad de antes. Seyran y Kazim encontraron una pequeña casa y alquilaron una habitación. Su vida se volvió mucho más difícil. Kazim tuvo que trabajar arduamente para ganar dinero y cubrir los gastos, mientras que Seyran también tomó trabajos adicionales para ayudar a la familia. Sin embargo, siempre permanecieron juntos, enfrentando las dificultades unidos.
Mientras tanto, la noticia de que Seyran y Kazim habían abandonado la mansión Korhan se extendió rápidamente. Muchas personas sentían lástima por Seyran, pero también había quienes la criticaban, acusándola de ser demasiado ingenua y fácil de engañar. Seyran no prestó atención a los rumores de los demás. Se centró en construir una nueva vida para ella y su padre. Aprendió a ser independiente, segura de sí misma y fuerte. Asistió a cursos para mejorar sus conocimientos y habilidades. Un tiempo después, Seyran se encontró con Ferit en una fiesta. Ferit todavía la amaba y se arrepentía de lo que había hecho. Quería volver con ella, pero Seyran había cambiado mucho. Ya no era la chica ingenua de antes. Había madurado y comprendía mejor el amor y la vida. Seyran rechazó la propuesta de Ferit. Le dijo que había encontrado su propia felicidad y que no deseaba regresar al pasado. Ferit, aunque dolido, tuvo que aceptar la realidad.