Después de pasar por días llenos de sufrimiento, Fina finalmente comenzó a recuperar la paz en su vida. Encontró un nuevo trabajo, hizo un grupo de amigos cercanos y empezó a salir con un hombre bueno. Sin embargo, los recuerdos dolorosos de lo que Santiago había causado seguían sin desvanecerse en su mente. A pesar de sus esfuerzos por seguir adelante, el dolor la perseguía día a día. Marta, la mejor amiga de Fina, no soportaba ver a Santiago salir ileso de todo sin pagar por sus actos. Decidió llevar a cabo un plan de venganza. Marta contrató a un matón para advertir a Santiago, haciéndole entender que no todos podían escapar fácilmente de las consecuencias de sus acciones crueles.
El plan de Marta comenzó a tomar forma, y Santiago empezó a recibir amenazas y acosos. Se sintió aterrorizado y no sabía qué hacer. Intentó buscar ayuda en la policía, pero no podían hacer nada porque no había pruebas. Santiago comenzó a sospechar que Fina estaba detrás de las amenazas. Fue a verla y la interrogó, pero Fina negó todas las acusaciones. Santiago no le creyó, y la relación entre ellos se volvió más tensa que nunca. Marta continuó con su plan. Un día, Santiago fue atacado por el matón que ella había contratado. Fue golpeado y gravemente herido. Santiago fue llevado al hospital, pero no podía decir nada sobre el atacante.
La policía comenzó a investigar el ataque y sospechó que Fina estaba involucrada. Fueron a su casa a interrogarla, pero Fina seguía negando todas las acusaciones. Marta se sintió culpable por lo que había hecho. No quería que Fina sufriera, pero no podía soportar ver a Santiago salir impune de sus crímenes. Decidió ir a ver a Fina y confesar todo. Fina escuchó la confesión de Marta con shock y decepción. No podía creer que su mejor amiga hubiera hecho algo así. Se sintió traicionada y no sabía qué hacer. Marta pidió perdón a Fina y le dijo que había cometido un error. Le explicó que solo quería ayudarla a recuperar la justicia. Fina dijo que lo entendía, pero no podía perdonar a Marta. Marta sintió dolor por el rechazo de Fina. Sabía que había cometido un error, pero no podía dar marcha atrás. Decidió dejar la ciudad, dejando a Fina sola.
Fina se sintió sola y perdida. Había perdido a su mejor amiga, y no sabía cómo continuar con su vida. Sin embargo, también sabía que debía seguir adelante por ella misma. Con el tiempo, Fina poco a poco recuperó la paz en su vida. Aprendió a perdonar a Marta y continuó con su vida. Sabía que no podía cambiar el pasado, pero podía controlar su futuro. Santiago seguía siendo acosado, pero aprendió a lidiar con ello. Sabía que no podía escapar de la verdad, y debía enfrentar las consecuencias de sus acciones. La venganza de Marta no trajo la paz que Fina esperaba. Solo complicó más las cosas y lastimó a muchas personas. Fina se dio cuenta de que la venganza no era la solución. En su lugar, aprendió a perdonar y a seguir viviendo su vida.