Claudia y Carmen, dos amigas cercanas de Fina, vivían sumidas en la angustia mientras su amiga estaba injustamente detenida. En una tarde lluviosa, una carta extraña fue enviada a su casa. La carta no tenía la dirección del remitente, solo algunas líneas escritas a mano de forma desordenada y un mapa dibujado a mano de manera improvisada. El contenido de la carta afirmaba que tenían pruebas para liberar a Fina. El mapa conducía a un lugar misterioso en las afueras de la ciudad. Con curiosidad y esperanza, las dos chicas decidieron ir a ese lugar.
Al llegar, Claudia y Carmen descubrieron una casa abandonada. Dentro, encontraron una caja de madera vieja. Al abrirla, dentro había un diario y una llave. El diario registraba eventos extraños relacionados con el caso de Fina, revelando una conspiración oscura detrás de todo esto. La llave conducía a una habitación secreta en el sótano. En la habitación secreta, encontraron una grabación en video. El video mostraba a un hombre confesando sus crímenes. Esa era la prueba que necesitaban para liberar a Fina. Sin embargo, cuando estaban a punto de llevar las pruebas a la comisaría, fueron atacadas por un grupo de personas desconocidas. Resultó que estas personas estaban tratando de ocultar la verdad y no querían que Fina fuera liberada.
Una persecución llena de tensión ocurrió por las calles solitarias. Claudia y Carmen tuvieron que usar todas sus habilidades para escapar de los perseguidores. Finalmente, lograron llegar a la comisaría y entregar las pruebas. Con la nueva evidencia, la policía reabrió la investigación y rápidamente descubrió al verdadero culpable. Fina fue liberada y se reunió con sus amigas. Pero la historia no terminó allí. Cuando todo se aclaró, Claudia y Carmen descubrieron que la persona que les había enviado la misteriosa carta era alguien que no esperaban. Era un viejo amigo de Fina, quien había estado investigando el caso en secreto y había encontrado una manera de ayudarlas.