Joaquín, un hombre de mediana edad, se encuentra en una encrucijada en su vida. Su mirada fija en la taza de café frío refleja claramente los conflictos internos de su alma. Miriam, su esposa amable, ha estado a su lado durante todos sus años de juventud, proporcionándole seguridad y paz. Por otro lado, Gema, una joven llena de pasión, ha traído una nueva energía a su vida, haciendo que su corazón envejecido vuelva a latir con fuerza. Las palabras de su querido amigo siguen resonando en su mente: “No puedes quedarte siempre entre dos aguas, Joaquín.” Él sabe que ha llegado el momento de tomar una decisión importante, una que afectará su vida y la de las mujeres a las que ama.
Joaquín decide enfrentar a Gema. El encuentro tiene lugar en un ambiente acogedor, pero la atmósfera es tensa. Joaquín expresa sinceramente sus sentimientos hacia Gema, pero no oculta su relación con Miriam. Gema, aunque se siente feliz al saber lo que Joaquín siente por ella, entiende que no es correcto involucrarse en una relación que ya existe. Después de la conversación, Gema decide alejarse. No quiere ser la causa de la ruptura de la felicidad familiar de Joaquín. Sin embargo, en su corazón, aún queda un leve sentimiento de arrepentimiento.
Después de hablar con Gema, Joaquín regresa junto a Miriam. Le pide perdón sinceramente por sus errores y promete no repetirlos. Miriam, con su corazón generoso, le perdona. Ella entiende que el amor es perdón y aceptación. Sin embargo, Joaquín sigue sintiéndose culpable. Sabe que ha lastimado profundamente a Gema. Para compensar su error, Joaquín decide dedicar más tiempo a su familia, cuidando a Miriam y a sus hijos. También mantiene contacto con Gema, animándola y deseándole que encuentre la felicidad.