En el taller, la tensión está en aumento. Felipe, un obrero veterano pero descuidado, ha cometido una serie de errores graves recientemente. Cada error ha hecho que todo el equipo tenga que asumir las consecuencias, desde retrasos en la producción hasta pérdidas financieras. Tasio, el jefe del taller, ha sugerido varias veces a Andrés, el supervisor general, que despida a Felipe. “Entiendo que quieras ayudarlo,” dijo Tasio, “pero él está arrastrando al equipo hacia abajo. Si seguimos así, pronto nos vamos a meter en grandes problemas.” Andrés, alguien que siempre cree en las segundas oportunidades, se siente indeciso. Felipe tiene una situación difícil, y él cree que un poco de paciencia podría ayudarle a cambiar. Pero, ¿está su bondad siendo aprovechada?
Felipe, sin saber que está al borde de ser despedido, sigue con su estilo de trabajo descuidado. Peor aún, su hábito de “ir de fiesta” hace que frecuentemente llegue al trabajo en un estado de poca concentración. Mientras tanto, Marta y Carmen siguen siendo pacientes al ayudar a Fina, la joven que acaba de pasar un tiempo doloroso en prisión. Pero las obsesiones con Santiago, un viejo compañero de prisión, siguen pesando en su mente. A pesar de los ánimos y consuelos, Fina sigue sintiéndose atrapada en esos oscuros recuerdos.
Al mismo tiempo, Felipe comete un error aún más grave, casi causando un accidente en el taller. Tasio está más enfadado que nunca: “¡Eso es la gota que colma el vaso, Andrés! No vas a querer esperar hasta que perdamos el contrato.” Andrés se encuentra en una encrucijada. ¿Debe escuchar a Tasio y despedir a Felipe para salvar el taller? ¿O confiar en su instinto y darle a Felipe una última oportunidad? Su elección no solo afectará el futuro de Felipe, sino también su reputación y carrera. ¿Será la segunda oportunidad la decisión correcta?