Jesús sintió como un golpe bajo cuando descubrió que la familia Merino, sus rivales de siempre, había adquirido las tierras que él había deseado durante tanto tiempo para construir su nuevo proyecto. Cuanto más pensaba en ello, más difícil le resultaba entenderlo. ¿Cómo habían sabido con tanta precisión sus planes? Con el creciente sospecha, Jesús recurrió a su amigo cercano Diego, un investigador privado. Diego, con su experiencia e inteligencia, aceptó ayudar a Jesús a encontrar respuestas. Ambos comenzaron a investigar entre las personas cercanas, desde socios comerciales hasta empleados cercanos.

A través de una investigación minuciosa, Jesús y Diego descubrieron una pista importante: cierta información sensible sobre el proyecto se había filtrado. Empezaron a sospechar que había un traidor dentro de su propio equipo. Cada empleado se convirtió en un sospechoso. Jesús decidió confrontar a cada uno de ellos. Comenzó por aquellos que tenían más acceso a la información. Sin embargo, todos los enfrentamientos fueron infructuosos. Todos se mostraban inocentes, nadie admitió su traición. En un momento de desesperación, apareció una pequeña pista. Jesús recordó una conversación casual con un nuevo empleado. Esta persona mostró un interés excesivo en su nuevo proyecto, algo que le resultó sospechoso.

Con su sospecha creciendo, Jesús decidió enfrentarse directamente a ese empleado. El interrogatorio fue tenso. Al principio, él seguía negando todo, pero bajo la presión de Jesús y las pruebas que Diego había reunido, finalmente confesó. Resultó que, por codicia y para vengarse de algunos miembros del equipo, había vendido la información a la familia Merino. Jesús se sintió enfadado y decepcionado. No podía creer que la persona en la que había confiado le hubiera traicionado tan descaradamente. Sin embargo, sabía que no podía dejar que todo terminara ahí. Tenía que encontrar una forma de revertir la situación, recuperar lo que había perdido y castigar al traidor. Con la ayuda de Diego, Jesús elaboró un plan de contraataque. Utilizarían la misma información que el traidor había proporcionado para engañar a la familia Merino. Al mismo tiempo, informarían a las autoridades para que el traidor pagara por su conducta.