Después de escuchar que su madre, Digna, había besado a Don Pedro, el padre de Mateo, Luis y Joaquín se enfrentaron a ella. Luis, quien siempre había defendido el honor de la familia, no podía aceptar que su madre tuviera una relación con el hombre al que consideraban su enemigo. Mientras tanto, Joaquín, siempre tranquilo, se sentía traicionado por su propia madre, quien había sido un modelo a seguir para él. Digna intentó explicar que sus sentimientos hacia Don Pedro no eran malintencionados, pero Luis no le creyó. Gritó que esa relación destruiría a la familia. En su furia, Luis dejó la casa, declarando que no perdonaría a su madre si continuaba con esa relación.
Sin embargo, Digna poseía información valiosa de Patricia Lambert, algo que podría darle a la familia Merino el control total de la fábrica de Don Pedro. Ella se encontraba en una encrucijada: ¿continuar con el romance escandaloso o usar esta relación para beneficiar a su familia? Mientras tanto, Don Pedro intentaba recuperar la confianza de sus hijos. Sabía que su relación con Digna había causado mucho daño, pero también creía que su amor era genuino. Estaba decidido a demostrarles a sus hijos que no era el villano que pensaban.
Por otro lado, Patricia Lambert estaba maquinando aprovechar la situación para lograr sus propios objetivos. Quería destruir a la familia Merino y apoderarse de la fábrica de Don Pedro. Sabía que Digna tenía información importante y haría lo que fuera necesario para obtenerla. La situación se volvía cada vez más tensa. Luis y Joaquín se distanciaban más. Digna enfrentaba una decisión difícil. Y Patricia Lambert se acercaba cada vez más a su meta. ¿Podrá la familia Merino superar esta crisis? ¿Podrá Digna mantener el amor de sus hijos? ¿Y tendrá éxito Patricia Lambert en sus maquinaciones? Todas estas preguntas se resolverán en los próximos desarrollos de la historia.