La Reina Sofía disfruta como una auténtica fanática del balonmano en el partido de su nieto Pablo Urdangarin, antes de un cálido plan navideño en familia.
La Reina Sofía, apartada de sus tradicionales actos oficiales, ha sorprendido a todos con su participación en un plan familiar muy especial.
Acompañada de su hija, la infanta Cristina, la emérita se trasladó hasta Guadalajara para presenciar en vivo un partido de balonmano de su nieto Pablo Urdangarin, quien juega con el Fraikin BM. Granollers.
La Reina no se limitó a ser una espectadora más; disfrutó del encuentro con un entusiasmo inusitado, saludando a su nieto desde la grada y enviándole besos.
Aunque su presencia no pasó desapercibida, la madre de Felipe VI se comportó como una fanática más, completamente ajena a su estatus real, sumergiéndose en el ambiente del partido y compartiendo risas y comentarios con su hija mientras el tiempo transcurría.
La última vez que vimos a la Reina Sofía en un partido de su nieto fue en 2019, cuando estuvo acompañada por el Rey Juan Carlos, quien aún no se encontraba en su exilio en Abu Dabi.
Desde entonces, el emérito regresó a España en 2022 para ver a Pablo en un partido, y ahora, la reina emérita ha retomado la tradición de apoyar a su nieto en persona, disfrutando de este plan tan familiar justo antes de las festividades navideñas.
Con sus vacaciones navideñas comenzadas y la agenda libre de compromisos oficiales, la Reina Sofía ha optado por pasar tiempo con los suyos, alejándose de la formalidad y acercándose al calor de la familia.
Tras el partido, la familia real emérita tiene previsto un plan íntimo para la Nochebuena, con la presencia de su hermana Irene de Grecia, con quien reside desde hace años.
Este año se unirán a la celebración sus dos hijas, la infanta Elena y la infanta Cristina, para compartir una cena familiar en Zarzuela, aunque sin los Reyes ni sus hijas, la Princesa Leonor y la infanta Sofía, quienes celebrarán la noche en su propia residencia.
Las cenas en Zarzuela, que desde la ascensión de Felipe VI al trono se limitan a un círculo muy cercano, suelen contar con la presencia de los miembros más cercanos de la familia de la Reina Letizia.
Paloma Rocasolano, madre de Letizia, es una habitual en la cita navideña, y este año la acompañará su pareja, el empresario Marcus Tokuaboh Brandler.
Además, Telma Ortiz, hermana de la Reina, también se suma a la mesa con su pareja, el abogado irlandés Robert Gavin Bonnar.
Aunque la Reina Sofía no cena en la misma mesa que los Reyes, es tradicional que tras la Nochebuena, todos se desplacen a la residencia de la madre de Felipe VI para brindar y compartir una sobremesa en un ambiente mucho más relajado.
Sin embargo, a pesar de la cercanía familiar, se espera que el Rey Juan Carlos no participe en esta celebración, ya que sus visitas a España, aunque más frecuentes, no incluyen una cena en Zarzuela desde que se trasladó a Abu Dabi.
Las hijas del emérito, sin embargo, viajarán después de Nochebuena hasta los Emiratos Árabes para pasar el Año Nuevo con su padre, quien se ha visto envuelto en varios escándalos durante el último año, pero que sigue siendo una figura central en las celebraciones familiares de las infantas.
Así, con un toque más relajado y menos protocolario, la familia real emérita disfruta de una Navidad más íntima, centrada en los pequeños momentos familiares, como este partido de balonmano, que demuestra que, a pesar de los cambios en la vida de la familia real, el cariño y la cercanía siguen siendo la base de las festividades.