Curro miró a Martina, con los ojos llenos de duda pero con determinación. Sabía que las palabras que estaba a punto de decir cambiarían la vida de ambos. Pero no podía seguir viviendo en la mentira y el engaño. “Martina, tengo que decirte algo,” comenzó Curro. “Tuve una relación con Jana antes de que nos conociéramos.” Martina se quedó en silencio, incapaz de decir una palabra. No podía creer lo que estaba oyendo. Siempre había pensado que Curro era un hombre honesto y confiable. “Jana es la hija ilegítima de Marqués,” continuó Curro. “Sé que esto está mal, pero la amaba.”
Martina sintió como si su corazón se estuviera estrangulando. No podía creer que el hombre que amaba pudiera traicionarla de esa manera. “Lo siento por haberte engañado,” dijo Curro. “No sabía cómo decirte la verdad.” Martina miró a Curro con una mirada llena de decepción. No podía creer que él la hubiera engañado tan descaradamente. “No puedo perdonarte,” dijo Martina. “Has traicionado mi confianza.” Curro bajó la cabeza, sin decir nada. Sabía que había lastimado demasiado a Martina. “Pero aún te amo,” dijo Martina. “No puedo abandonarte tan fácilmente.” Curro levantó la cabeza y miró a Martina con una mirada llena de esperanza. Sabía que Martina aún lo amaba. “Haré todo lo posible para recuperar tu confianza,” dijo Curro. “Nunca más te mentiré.”
Martina asintió, dándole una oportunidad a Curro. Sabía que él era un buen hombre y que merecía ser perdonado. Desde entonces, Curro y Martina comenzaron a reconstruir su relación. Aprendieron a confiar y respetarse mutuamente. Juntos superaron las dificultades y los desafíos. Un tiempo después, Curro y Martina se casaron. Tuvieron una vida feliz y plena. Nunca olvidaron los errores del pasado, pero aprendieron a perdonar y a dejar ir.