Después de descubrir la verdad sobre Pelayo y el plan de Cruz, Catalina decidió no dejar que las cosas pasaran tan fácilmente. Ella planeó exponer la verdadera cara de ambos ante el público. Sabía que sería una lucha difícil, pero también estaba decidida a no dejar que Cruz y Pelayo escaparan de sus crímenes. Catalina comenzó buscando la ayuda de Martina, una amiga cercana. Martina siempre había sospechado de Cruz y Pelayo, y estaba dispuesta a ayudar a Catalina a demostrar la verdad. Con la ayuda de Martina, Catalina recopiló pruebas sobre la conspiración de Cruz. Encontró cartas y correos electrónicos entre Cruz y Pelayo, en los que discutían su plan para destruir la vida de Catalina.
Catalina decidió hacer público todo en una gran fiesta en La Promesa. Este era un evento importante donde se reunirían las personas más ricas y poderosas de la ciudad. Catalina sabía que esta era la oportunidad perfecta para exponer la verdad ante el público. En la noche de la fiesta, Catalina apareció deslumbrante. Llevaba un vestido rojo brillante y estaba maquillada de manera impecable. Todos quedaron sorprendidos al verla. No podían creer que ella pudiera enfrentarse a Cruz y Pelayo después de lo que le habían hecho.
Catalina comenzó su discurso. Les habló a todos sobre la verdad de Cruz y Pelayo. Habló sobre cómo la habían engañado y explotado. Contó cómo intentaron destruir su vida. Todos quedaron sorprendidos al escuchar las palabras de Catalina. No podían creer que Cruz y Pelayo pudieran hacer algo tan cruel. Empezaron a mirar a Cruz y Pelayo con desconfianza. Cruz y Pelayo intentaron negar las acusaciones de Catalina. Dijeron que ella estaba mintiendo. Pero ya nadie les creyó. Todos sabían que Catalina estaba diciendo la verdad.
Cruz y Pelayo fueron expulsados de La Promesa. Fueron rechazados por la sociedad. Ya no eran los ricos y poderosos. Catalina había ganado. Había expuesto la verdad y recuperado su honor. Demostró que nadie podría hacerle daño sin pagar las consecuencias. Catalina se sintió aliviada al poder finalmente decir la verdad. Sabía que había hecho lo correcto. También sabía que era más fuerte que nunca. Catalina aprendió una valiosa lección de su experiencia. Aprendió que no era una víctima. Podía controlar su vida y protegerse. Catalina se convirtió en una mujer fuerte e independiente. Aprendió que podía superar cualquier desafío.