Mientras Vera y sus compañeros se afanan por descubrir las maquinaciones del Duque de Carril, en La Promesa se está jugando otra partida. Marquesa, una mujer ambiciosa y astuta, ha descubierto un secreto impactante relacionado con el pasado de la familia Pellicer. Sabe que la madre de Santos, que desapareció hace mucho tiempo, tenía una conexión profunda con esta familia. Marquesa decide aprovechar esta información para conseguir sus propios fines.
Petra, quien siempre ha ansiado conocer la verdad sobre su madre, se ha convertido involuntariamente en una pieza en el juego de Marquesa. A cambio de una pista sobre su madre, Petra se ve obligada a aceptar ayudar a Marquesa a destruir la relación entre Ricardo y doña Pía. Sabe que esto está mal, pero por amor maternal, no tiene otra opción. Ama de llaves, la mujer que siempre ha conspirado contra la familia Pellicer, rápidamente aprovecha esta oportunidad. Susurra palabras maliciosas en el oído de doña Pía, sembrando dudas en su corazón sobre la lealtad de Ricardo. Doña Pía, que ya había perdido la confianza en su esposo después de los recientes acontecimientos, ahora queda completamente devastada. La relación entre los dos se vuelve tensa y fracturada.
Mientras tanto, Petra y Santos, al darse cuenta del peligro de ser manipulados por Marquesa, deciden buscar la verdad por su cuenta. Comienzan a investigar el pasado de su madre, sin temor a enfrentar cualquier obstáculo. Saben que solo encontrando la verdad podrán liberarse de los fantasmas del pasado. La Promesa se convierte en un lugar lleno de conspiraciones y engaños. Cada personaje guarda sus propios secretos, tiene sus propios objetivos y lucha sus propias batallas. Vera y su grupo intentan exponer la verdad sobre el Duque de Carril, mientras que Petra y Santos buscan respuestas sobre el pasado de su familia. Marquesa y Ama de llaves siempre están buscando formas de utilizar estos secretos para lograr sus propios fines.