Jana, después de un largo tiempo de ausencia, regresó a La Promesa. Su mirada ya no era débil, sino que estaba llena de determinación y firmeza. Ella había cambiado, ya no era la chica vulnerable que había sido pisoteada. Su regreso alteró la vida pacífica de la familia Medina. Manuel, el esposo que siempre había amado a Jana, estaba increíblemente feliz de recibirla de nuevo. Nunca había olvidado el shock que sintió al recibir la noticia de que una joven había resultado gravemente herida en el hospital Villalquino. Ahora, al ver a Jana, sentía como si se liberara de un gran peso. Sin embargo, Manuel no sabía nada sobre los profundos cambios que había experimentado Jana.
Cruz, la suegra poderosa y autoritaria, percibió la diferencia en su nuera. Se dio cuenta de que Jana ya no era una marioneta en sus manos. La confianza y la decisión de Jana incomodaron profundamente a Cruz. Inmediatamente, ordenó a Petra, su hija leal, que vigilara de cerca cada movimiento de Jana. La batalla entre Jana y Cruz comenzó a gestarse. Jana ya no soportaba las crueles palabras y el desprecio de su suegra. Se enfrentó abiertamente a Cruz, defendiendo sus derechos y los de sus hijos. Cruz, sorprendida de que Jana se atreviera a desafiarla, se enfureció. Utilizó todos los medios posibles para socavar a Jana, desde difundir rumores maliciosos hasta sembrar discordia entre Jana y Manuel.
Petra, bajo la dirección de su madre, se convirtió en una herramienta para perjudicar a Jana. No dejaba de buscar maneras de dificultarle la vida a Jana, haciendo que su existencia se volviera sofocante y dolorosa. Sin embargo, Jana no vacilaba. Siempre mantenía su postura, lista para enfrentar cualquier desafío. La batalla entre Jana y Cruz se intensificó, transformando a la familia Medina en un campo de batalla implacable. Manuel, atrapado entre las dos mujeres que amaba, se sentía profundamente angustiado. Quería proteger tanto a Jana como a su madre, pero no sabía cómo hacerlo. Mientras tanto, un gran secreto comenzaba a salir a la luz. El regreso de Jana no solo tenía que ver con enfrentarse a Cruz, sino que también estaba relacionado con una oscura conspiración detrás de la muerte de un ser querido de la familia. Este secreto cambiaría por completo la vida de todos en La Promesa.