En la lujosa mansión, la cena familiar se desarrolla en un ambiente tenso. Jana, la hija menor, trata de controlar su ira mientras es provocada por Lorenzo, su padre autoritario. Manuel, el hermano mayor, presencia todo, pero no puede intervenir. Sabe que cualquier intento de intervención solo empeoraría la situación.
Después de la cena, cuando todos se han ido, Manuel busca a Jana en su habitación. Sabe que ella está sufriendo y necesita consuelo. Jana, con los ojos enrojecidos, le cuenta sobre los insultos y humillaciones que ha soportado por parte de Lorenzo. Manuel se siente enfadado e impotente. Quiere proteger a su hermana, pero sabe que enfrentarse a Lorenzo sería inútil. Un día, mientras Manuel va al trabajo, se encuentra casualmente con Lorenzo en la calle. Lorenzo está borracho y acosando a una joven mujer. Manuel no puede soportar la escena. Se acerca e interviene. Se desata una discusión y Lorenzo ataca a Manuel.
Manuel no puede resistir la fuerza de Lorenzo. Es derribado y queda inconsciente en la acera. Cuando despierta, se encuentra en el hospital. El médico le informa que ha sufrido lesiones graves y que necesita descansar. Durante su tiempo en el hospital, Manuel reflexiona mucho sobre su vida. Se da cuenta de que no puede seguir viviendo bajo el miedo y la opresión. Decide que debe enfrentarse a Lorenzo y proteger a Jana.