Bajo la luz brillante de la fiesta de compromiso, Jana se encontraba en medio de la multitud, sintiendo que todas las miradas estaban puestas en ella. El encuentro tenso con el Capitán de la Mata la había convertido en el centro de atención. La gente murmuraba, dudando de su verdadera identidad. Jana sentía la presión sobre sus hombros. Sabía que debía actuar rápidamente para recuperar la confianza de todos. Bajo la guía de la señora Ros, la leal ama de llaves, Jana aprendió a controlar sus emociones y a usar su inteligencia para ganarse a los demás.
Mientras tanto, Cruz, el amor de Jana, se preocupaba por mantener en secreto su verdadera identidad. Sabía que si la verdad salía a la luz, Jana sería expulsada de España. Él la amaba y quería que estuviera a su lado, pero también entendía que debía protegerla. Cruz sugirió que Jana creara una nueva identidad si quería continuar su relación con él y Manuel. Jana sabía que era una solicitud difícil, pero también comprendía que era su única oportunidad para llevar una vida normal.
El día del compromiso de Manuel llegó. Jana apareció con un impresionante vestido rojo y una identidad falsa. Intentó mostrarse segura y alegre, pero por dentro luchaba con sentimientos encontrados. La fiesta transcurría en un ambiente alegre. Todos estaban felices y disfrutando. Jana intentaba integrarse en la multitud, pero seguía sintiéndose como una extraña. De repente, un grito resonó. Un hombre corría, huyendo de la multitud. Estaba rodeado por los soldados.
Jana se dio cuenta de que el hombre era el Capitán de la Mata. Había venido a buscarla. El corazón de Jana latía con fuerza. Sabía que esa era su última oportunidad para enfrentar la verdad. Salió de la multitud y se enfrentó al Capitán de la Mata. “Soy Jana,” dijo con voz firme. “Soy la persona que buscas.” El Capitán de la Mata miró a Jana con asombro. No podía creer que ella se hubiera atrevido a enfrentarse a él. “¿Quién eres?” preguntó. “Soy la novia de Manuel,” respondió Jana. “Y no voy a dejar que le hagas daño.”
El Capitán de la Mata sonrió con desdén. “¿Crees que puedes derrotarme?” “No lo creo,” dijo Jana. “Pero haré todo lo posible.” Se desató una pelea entre Jana y el Capitán de la Mata. Jana utilizó todas sus habilidades e inteligencia para luchar contra él. Finalmente, logró vencerlo y obligarlo a rendirse. Jana había ganado. Había protegido a Manuel y demostrado quién era. Demostró que no solo era una mujer débil, sino una mujer fuerte y decidida.