El Rey Juan Carlos I viaja a Lisboa para rendir homenaje a su amigo más íntimo, el Aga Khan IV, en un funeral marcado por la emoción y la solemnidad.
Este sábado, en la mañana del 9 de febrero, Lisboa se convirtió en el escenario de una despedida cargada de emoción y solemnidad.
El Rey Juan Carlos I, acompañado únicamente de su inseparable bastón, llegó a la ceremonia en honor a su querido amigo y confidente, el príncipe Karim al-Husayni, conocido como el Aga Khan IV, quien falleció a los 88 años.
El monarca, que reside en Abu Dabi desde 2020, no dudó en realizar el largo viaje a Portugal para rendir homenaje a quien fue su compañero de estudios en su juventud y con quien compartió una relación de profunda amistad durante años.
El funeral, realizado en el Centro Ismaelita de Lisboa, se desarrolló en un ambiente íntimo y respetuoso, con una fuerte presencia de seguridad y en un contexto de gran recogimiento.
El Rey Juan Carlos, con semblante serio y visiblemente afectado por la partida de su amigo, estuvo presente en todo momento, sin poder evitar mostrar el dolor que le causó la pérdida.
Rodeado por cientos de invitados, entre los que se encontraba el actual Aga Khan V, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, el monarca español participó activamente en la misa funeral.
El vínculo entre el exmonarca español y el Aga Khan IV ha sido estrecho desde su infancia, cuando ambos fueron compañeros de internado en Friburgo, Suiza.
Esa relación de confianza y camaradería perduró a lo largo de los años, y el Rey Juan Carlos se sintió profundamente conmovido al recibir la noticia del fallecimiento de su amigo.
A pesar de la distancia, no dudó en trasladarse hasta Lisboa para rendirle el último adiós en persona, un acto que subraya la importancia de esta amistad en su vida.
El funeral, que duró aproximadamente una hora, estuvo marcado por la ceremonia religiosa islámica, durante la cual se realizaron lecturas del Corán mientras el féretro del Aga Khan IV permanecía cubierto por una sábana blanca.
Los asistentes, mayoritariamente mujeres, vestían de blanco con la cabeza cubierta, en señal de luto según las costumbres ismaelitas.
El Rey Juan Carlos, de luto riguroso, se mantuvo en silencio durante la ceremonia, mientras recordaba con nostalgia los momentos vividos con el príncipe fallecido.
Una vez concluida la misa, el féretro fue trasladado al coche fúnebre, y desde allí, comenzó su último trayecto hacia la base militar de Lisboa Figo Maduro, desde donde se dirigirá hacia Asuán, Egipto, para su enterramiento en la más estricta intimidad.
Este último acto de despedida marcará el cierre de una era para el Aga Khan IV, quien dejó un legado considerable en el ámbito religioso y cultural.
El funeral en Lisboa también puso de relieve la ausencia de la Reina Sofía, quien en ese momento se encontraba en Atenas, asistiendo a la boda de su sobrino Nicolás de Grecia.
Mientras tanto, el Rey Juan Carlos, tras cumplir con este emotivo tributo a su amigo, se encuentra en la incertidumbre sobre su posible regreso a España para pasar algunos días con su familia.
Aunque no hay detalles confirmados sobre un posible viaje a la Península, es probable que el monarca realice un desplazamiento privado en los próximos días, aunque sin dar a conocer información sobre los detalles del mismo.
Por otro lado, la familia real sigue enfrentando otros eventos familiares, como la reciente boda de Nicolás de Grecia, que ha sido celebrada con gran emoción en Atenas.
Sin embargo, el Rey Juan Carlos no estuvo presente en esta ceremonia, al igual que en otros recientes compromisos familiares, como la boda de la princesa Teodora de Grecia a finales del año pasado.
Este hecho, sumado a la ausencia de la Infanta Elena en el funeral de su amigo y en la boda de Nicolás de Grecia, ha generado una serie de especulaciones sobre la situación de los miembros de la familia real en estos momentos.
Aunque la Infanta Elena no pudo asistir a la ceremonia en Lisboa debido a compromisos laborales, se desconocen los detalles de su paradero en este momento.
La última vez que el Rey Juan Carlos viajó a Atenas fue para rendir homenaje a su cuñado, el rey Constantino de Grecia, quien falleció a principios de 2023.
En esa ocasión, toda la familia real española estuvo presente, pero en esta ocasión, el Rey Juan Carlos viajó solo para cumplir con su último adiós a un amigo que marcó profundamente su vida.
Con este acto de despedida en Lisboa, el Rey Juan Carlos I se ha mostrado una vez más como un hombre profundamente marcado por las pérdidas personales y la importancia de la amistad, un valor que ha sabido conservar a lo largo de su reinado y en su vida privada.
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