Pepa Flores, más conocida por su nombre artístico Marisol, es uno de los iconos más queridos de la España de los años 60.
Esta niña prodigio conquistó a toda una generación con su talento y su carisma, dejando una huella imborrable en la historia del cine y la música de nuestro país.
Con su imagen de estrella juvenil y su voz única, Marisol fue un fenómeno de masas que protagonizó películas que se convirtieron en todo un éxito, como Marisol rumbo a Río o El poder del deseo.
Además, su participación en programas de televisión y su presencia en la cultura popular de la época la convirtieron en una figura imprescindible en la vida de muchos españoles.
Sin embargo, después de años de fama, en 1985 decidió dar un paso atrás y apartarse por completo de los focos. Hoy, a sus 77 años, Pepa Flores continúa siendo un misterio para muchos.
A lo largo de las últimas cuatro décadas, su vida ha transcurrido lejos de la mirada pública, manteniendo un perfil bajo y alejándose por completo del mundo del espectáculo.
Este silencio ha hecho que las pocas veces que se ha dejado ver públicamente se conviertan en un auténtico acontecimiento.
Las imágenes de la artista, tan raras como valiosas, siguen generando un gran interés, ya que el público continúa intrigado por saber cómo es la vida cotidiana de la mujer que en su momento fue el rostro más famoso del cine español.
El 4 de febrero, Marisol celebra su 77º cumpleaños, y aunque su carrera ya es historia, la figura de Pepa Flores sigue viva en el recuerdo de todos aquellos que la vieron crecer en los escenarios y en las pantallas de cine.
Desde su retiro, los momentos en los que se ha dejado ver en público han sido escasos, y las imágenes que de ella han trascendido son aún más contadas.
Sin embargo, cada una de estas instantáneas cuenta una historia y resalta cómo, incluso después de tantos años, su presencia sigue captando la atención de sus seguidores.
En diciembre de 2024, las redes sociales fueron testigos de uno de los pocos momentos en los que la actriz y cantante volvió a aparecer en público.
Durante la celebración del 50º cumpleaños de su hija mayor, María Esteve, Pepa Flores posó junto a su familia en un conocido chiringuito de Málaga.
Fue allí donde su hija compartió en su cuenta de Instagram una serie de fotografías que rápidamente se hicieron virales.
Entre los asistentes a la fiesta estuvo también Pablo Alborán, íntimo amigo de la familia, quien publicó una imagen junto a Pepa y escribió un emotivo mensaje de cariño hacia ella: “Te quiero, Pepa”.
Sin embargo, este no ha sido el único momento en que la exestrella de cine ha reaparecido ante los ojos del público. En 2019, se la vio paseando por las calles de su ciudad natal, Málaga, mientras hacía algunas compras en una tienda de dulces local.
Las imágenes mostraban a una Pepa Flores tranquila y relajada, interactuando con los vecinos de la zona como cualquier otra persona, completamente alejada de la fama que la catapultó a la cima en su juventud.
Más atrás en el tiempo, en 2016, Pepa hizo una inesperada aparición en público. Durante un concierto de su hija Celia, la cantante y actriz subió al escenario para bailar Tómbola, uno de sus mayores éxitos, junto a los presentes.
Esta intervención sorpresa fue una de las pocas veces en las que se vio a Pepa disfrutando de un acto público en años, lo que dejó a todos los asistentes sorprendidos y emocionados.
En 2014, un año antes de su aparición en el concierto de Celia, Pepa Flores fue fotografiada en la calle, nuevamente en Málaga, junto a su pareja, Massimo Stecchini.
La imagen mostraba a la pareja caminando de la mano por la ciudad, disfrutando de una tarde en completa privacidad, alejada del foco mediático.
Uno de los momentos en los que Pepa fue más visible fue en 2012, cuando acudió a la presentación de la exposición De Málaga al cielo, en la que su hija María Esteve, quien también se ha ganado el reconocimiento como fotógrafa, presentó su trabajo.
En este evento, Pepa estuvo acompañada por sus hijas Celia y Tamara, lo que evidenció el estrecho vínculo familiar que mantiene con ellas, a pesar de su distanciamiento de la vida pública.
La última vez que Pepa Flores se vio en un evento público de gran relevancia fue en 2000, cuando recogió el premio Malagueña del siglo XXI, un galardón que destacaba su legado artístico.
A lo largo de su vida, Pepa ha permanecido fiel a su deseo de mantenerse alejada de los medios, pero su paso por la historia del cine y la música sigue siendo una huella imborrable en la memoria colectiva.
Pepa Flores, o Marisol, como todos la conocimos, ha elegido llevar una vida tranquila y discreta en Málaga, lejos de los focos que una vez la iluminaron.
A pesar de la escasa presencia mediática de los últimos años, sigue siendo un símbolo para todos aquellos que vivieron su época dorada.
Y aunque las imágenes que nos llegan de ella son limitadas, cada una de ellas nos recuerda que, detrás de la estrella que brilló en los años 60, sigue existiendo una mujer que, a pesar del paso del tiempo, sigue siendo un referente de la cultura popular española.