Ferit siempre creyó que podría recuperar a Pelin. Ignoró las advertencias de sus amigos, trató de ocultar sus errores y esperaba que el amor de Pelin por él fuera lo suficientemente grande como para perdonarlo todo. Sin embargo, cuando fue a buscar a Pelin, lo único que recibió fue frialdad y rechazo. En el momento en que se enfrentó a Pelin, Ferit realmente se dio cuenta de que la había perdido por completo. Su mirada ya no reflejaba esperanza, sino determinación y frialdad. Ferit entendió que él mismo había destruido su relación.
Después de la ruptura con Pelin, Ferit cayó en un estado de desánimo y desesperación. Vivía en los recuerdos del pasado, siempre culpándose por los errores que había cometido. Ferit se dio cuenta de que había sido egoísta, que había menospreciado los sentimientos de Pelin. Mientras tanto, Pelin comenzó una nueva vida junto al amigo de su hermano. Se sentía más feliz y tranquila que nunca. Había encontrado el amor verdadero y el respeto que siempre había deseado.
Ferit observaba a Pelin desde lejos. La veía sonreír y disfrutar junto a otro hombre, y su corazón se sentía destrozado. Se dio cuenta de que había perdido la oportunidad de ser feliz con la persona que amaba. Un tiempo después, Ferit decidió ir a ver a Pelin para disculparse. Quería que supiera que se arrepentía y que quería empezar de nuevo. Sin embargo, Pelin no lo perdonó. Le dijo a Ferit que ya lo había perdonado, pero que no podía volver al pasado.